Situado en el Bairro Alto, Tasca do Chico es uno de los mejores lugares en Lisboa para pasar una agradable velada bocadillos, escuchando y cantando el típico "fado perdida" (o aficionado). Esta taberna portugués rústico, inaugurado en 1993 por el mismo Francisco Gonçalves, mantiene viva la tradición con el fado cantado al son de la guitarra portuguesa.
Aunque es un espacio pequeño, tiene un ambiente informal y genuino. La decoración es familiar con mesas y bancos de madera corridos, el techo forrado con bufandas, y las paredes enmarcadas por decenas de fotografías y recortes, muestran los fadistas y personalidades famosas que ya pasaron.
Haciendo para probar algunos aperitivos tradicionales portuguesas como chorizo asado, queso y el caldo verde, acompañado de un vino, sangría u otra bebida.