En el sitio donde solía haber una fábrica de suministros de guerra, desde 2007 funciona un centro cultural en el área de Marvila, en Lisboa.
Este espacio cuenta con 20 salas diferentes, donde puede pasar un poco de todo: desde conciertos y sesiones cinematográficas, pasando por talleres artísticos y clases de baile, hasta galerías y tertulias.
También cuenta con un restaurante y un bar. En la elaboración de sus platos y bebidas, la fábrica utiliza vegetales que se cultivan en una huerta propia. Aquí se pueden degustar platos como ensalada de pulpo, croquetas de lentejas, higos con queso de cabra, entre otros.
La utilización de tecnologías sustentables está muy presente en la fábrica, por ejemplo en la reutilización de frascos de mermelada como vasos, en la vajilla de arcilla y en el uso de alimentos orgánicos de productores locales.
El espacio ostenta un estilo artístico y único, y una decoración alternativa.