Este extravagante palacio es uno de los edificios más bellos y románticos de Europa, aunque nunca fue completamente terminada debido al exilio de la familia real a Brasil durante la invasión francesa en Portugal.
El interior de este encantador palacio está ricamente decorado con estatuas, tapicerías y muebles antiguos ornamentados. La increíble riqueza de este hermoso palacio venía de los diamantes que fueron descubiertas en la colonia portuguesa de Brasil en la década de 1700.
Al pasear por la entrada principal, repare en las 23 estatuas de mármol hábilmente talladas que representan una serie de atributos nobles, tales como la gratitud y la generosidad.
Asegúrese de que repare en la delicada porcelana oriental que se encuentra expuesta en la sala de música, en las fantásticas lámparas de cristal en el comedor y en la enorme sala del trono en el ala sur del palacio. El elaborado servicio de cena también está en exposición, uno de los pocos servicios de comedor reales europeos que aún se encuentra completamente intacto.