Imagínese cuán pomposo habría sido viajar en un lujoso carruaje, con sus bancos acolchados y rodeados por un cuadro dorado. El Museo Nacional de Carruajes Lisboa es una fascinante exposición de coches ricamente decorado que fueron diseñados para llevar a la realeza y la nobleza de los siglos XVIII y XIX. Permite al visitante comprender la evolución técnica y artística de los medios de transporte de tracción animal utilizados por las cortes europeas hasta la aparición del automóvil.
Los artesanos crearon estos coches tallados con detalles intrincados para hacer que el vehículo se destacase, y cada uno más magnífico que el otro. Por ejemplo el coche que fue utilizado por la embajada para visitar Louis XIV en Francia y está decorado con motivos de querubines con alas de murciélago. Otra de las impresionantes entrenadores fue construido en 1716 por el embajador de Portugal ante el papa Clemente XI, que estaba decorado con representaciones de escenas de Portugal.